La
pasión de creer en un arte diferente
Una
carpa y maquillaje son sólo algunos
elementos que se necesitan para el funcionamiento de “El tapeque”, un
circo donde diversas formas de arte realizadas por un elenco y otro por niños y
adolescentes marcan los sueños y la
creatividad.
Vivimos pegados a una
sociedad consumista, olvidamos valores, sueños, vivimos pendiente del qué dirán,
la risa se convierte en felicidad irónica, pero hay personas que tratan de
hacer la diferencia que sin importar el
escenario donde se encuentren el arte, la imaginación y la creatividad dan comienzo a un sueño que se convierte en
realidad. Todo inicia con una carpa de circo, maquillaje y las ganas de cumplir
un sueño más, el Centro de Artes Integradas “El Tapeque” es un circo que
promueve las capacidades de las personas
a partir de la base del aprendizaje circense del juego.
El arte callejero ha
sido marcado por diferentes personas cómo algo peligroso, discriminándolos. Si
bien mucho de ellos no tiene el apoyo para realizar este tipo de arte en
espacios institucionales ya sea cómo el malabarismo,
teatro y otros con carácter creativo y formativo, El Tapeque es un espacio
donde el amor al arte distinto trata de comunicar un cambio en las personas
para hacer un mundo mejor y sin violencia.
Danilo Quezada, uno de
los integrantes desde la fundación del circo y actor, dijo que “Tapeque es una
palabra Guaraní que significa como en
quechua lo llaman “q’ipi” donde se
llevaban alimentos para aquellas largas
jornadas de trabajo, El tapeque es donde se encuentra muchas cosas, alimentos
en el sentido metafórico, para aquellas personas que tengan vacíos espirituales
o para personas que quieran saciar nuevas experiencias”.
Este circo se encuentra
en la avenida Gualberto Villarroel
esquina Jhon Mostajo, es de fácil visibilidad, un modesto circo que no
limita sueños y menos creatividad en niños y jóvenes.
Historia
y pasión
El centro Creativo Artístico “Educar es fiesta” una
asociación no lucrativa que lleva ya trece años, trabaja con el proyecto de Centro de Artes
Integradas “El Tapeque” que fue fundado por Edson Quezada.
La idea partió de
Quezada junto a un elenco que gracias a varios apoyos económicos se dio el
levantamiento de una carpa donde niños, adolescentes puedan realizar y plasmar mediante la
creatividad las artes circenses.
Trabajando en horas de la mañana en la
asociación educativa y artística “Educar
es fiesta”, encontramos a Danilo Quezada, un estudiante de pedagogía social de
la ciudad de La Paz, integrante de El Tapeque y enamorado del arte
“El Tapeque es una
posibilidad más, una forma de descentralizar los espacios culturales que
normalmente vemos, un espacio diferente, lo mejor es que no se limita ya que
fusiona varios artes: el circo, teatro y la técnica escénica del payaso”,
comenta emocionado Danilo.
Normalmente vemos en
las calles a personajes que intentan plasmar no sólo el arte en sus vidas sino
en todos los que ven, pero encontrar un espacio para reforzar el malabarismo o ya sea la técnica escénica del payaso, es
primordial tomarla a consideración ya que se dan nuevas maneras de ganar dinero honradamente
en jóvenes de bajos recursos que aman el arte y que tienen necesidades
económicas. Poniendo de lado a aquellos que deciden dirigirse por drogas,
alcohol y no realizar la inocencia de sus sueños.
Quezada dijo que si
bien el arte callejero es una forma atrevida y exigente de hacer arte, es
obligar sutilmente a la gente a presenciar espectáculos artísticos lo que no
sucede en los espacios institucionales donde aparte de lo económico la personas
ven cómo opcional si ir o no a presenciar cualquier tipo de arte.
Así también se refirió
a que la dirección que tiene cómo joven es acostumbrar e involucrar a la gente a la cultura artísticas y para eso
hay que hacer que las personas se identifiquen o entiendan que todo lo que pasa
en eventos artísticos también pasa en la realidad.
Trabaja en esta
asociación, enseña lo que más le gusta hacer: el teatro, pero también es
encargado del mantenimiento del circo.
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Es
hora de iniciar el espectáculo
Sin importar los
escenarios donde se encuentren, comunicar sentimientos, experiencias son parte
de las obras puestas en escena por niños y adolescentes.
El Tapeque es un
espació para aquellos que les encante y sientan el deseo de aprender arte que
puede ser utilizado sutilmente en las calles o escenarios poco comunes. Cuando
la noche cae en Cochabamba no importa los problemas sociales, no importa las
tristezas porque el espectáculo debe comenzar.
Aunque no cuenten
formalmente con apoyo de la alcaldía
municipal, hasta el momento han realizado 20 espectáculos donde niños y jóvenes
del elenco son los principales protagonistas que reflejan contenidos educativos,
temas sociales, etc. La mayoría fue realizada en este espacio del circo, pero
la calle también es un referente para la divulgación de su arte.
Trece personas
conforman el elenco artístico, estos personajes enseñan y organizan dentro del
circo, un desafío que requiere pasión y
convierte sueños en realidad. Aunque
antes trabajaban con niños de calle, aquellos que tenían problemas sociales
plasmados en el abandono, la violencia ya no se limitan tan sólo a ellos sino a
un público más abierto para todo aquel que desee aprender y poner en practica
sus habilidades, muchas veces ocultas. Sin embargo “Educar es fiesta” trabaja a
partir de cinco proyectos para que niños, niñas, adolescentes puedan ejecutar
sus derechos y puedan vivir una vida
digna.
Los niños reflejan
inocencia, picardía, pero cuando la función comienza demuestran más que eso, no
importa si existe mucho público lo que importa es que las risas y la admiración
aunque en los ojos de una persona sean directo hacia ellos. El circo no es sólo
una carpa, es un escenario donde muchas veces ocultan sus problemas y pueden
encontrar una familia.
Antes de entrar en
escena, llevan un tiempo determinado de preparación en las mismas instalaciones
del circo, Danilo Quezada es un joven que a pesar de tener ocupaciones
estudiantiles, desea cumplir su sueño
con el mejor arma que cualquier joven pueda poseer que es el arte y la
educación.
El equipo técnico,
diseñadores, y personal de apoyo están presentes para hacer realidad cada
diseño de propuesta estético que se propone en cada espectáculo.
No es fácil entrar a
escena, aparte de dejar de lado el temor escénico, la timidez no forma parte
del espectáculo. Más todo lo contrario así también fomenta la alta autoestima
en aquellos jóvenes que la perdieron por distintos motivos.
Los aplausos se
convierten en la recompensa ganada por el esfuerzo que realizan, no es fácil en estos tiempos donde la crisis
golpea duramente al país, donde temas sobre trata y tráfico de niños se vuelve
un tema común.
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El arte cambia tu vida
Danilo Quezada, un joven que desde el 2005
afirma que su vida cambio para bien,
donde cree que el circo es una nueva forma de espacio cultural. Pero
también es su familia, y donde desde el vestuario hasta una posible nariz de
payaso son elementos que planea nunca dejarlos de lado.
Si bien Cochabamba no cuenta con muchos espacios
legalmente posibles para realizar arte, entre los más conocidos están el Teatro
Achá, Adela Zamudio, El Martadero. No es
motivo para que el arte no pueda ser difundido en las calles o en un área poco común
como es en un circo estable.
“El circo nunca deja de sorprender y gustar, porque
mueve las emociones más intimas de quienes lo ven, viven y lo siente”, dijo el
director de El Tapeque, Edson Quezada.
Manuel Joan un artista argentino, hace tres meses que
llego a Cochabamba, desde el momento en que aparece la luz roja en el semáforo en
las calles de el Prado, comienza a dar una actuación de malabares, no le
importa el peligro que corre, con los ojos brillantes y la sonrisa radiante no
refleja la situación en la que realmente vive sino más todo lo contrario parece
estar feliz con lo que hace. El sonido de unas cuantas monedas en sus palmas,
reflejan la sonrisa aún más radiante.
“Me gusta lo que hago, no tengo familia, pero soy
libre, soy participe de nuevas culturas, conozco nuevas personas, no vivo
amarrado a un trabajo que no me plazca”, dijo mientras la luz del semáforo
todavía relucía verde.
Aunque se mostró un poco reservado en contarnos sus actividades diarias, por último nos
comentó que el arte es su manera de mezclar diferentes sentimientos entre lo
que siente y lo que necesita para vivir.
Para aquellas personas que decidan cambiar su manera
de plasmar su vida, y que no se sientan todavía capaces para actuar en un
escenario con esa extensión, cómo es la calle, existe “El Tapeque, un circo a
la altura de tu felicidad”.
Otros
servicios que ofrecen “educar es fiesta”
Fuente: Documentos, “Educar es fiesta”.
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